
El Tío Matute de Tolox es un personaje citado en la literatura andaluza que se dedicaba a la fabricación de navajas y cuchillos de gran tamaño, llamados “flamencos”que usaron los majos, bandoleros, barateros, valentones y gitanos del siglo XIX. Los cuchillos de Tolox eran tan famosas y buenas para los duelos y luchas...que tuvieron fama y prestigio durante los siglos XVIII y XIX. Rescatar esa historia olvidada buscamso en este artículo.

Navajas y cuchillos falsificados que se venden como antiguos y son modernos
Es muy conocido el caso de obras de arte y de antigüedades que se comercializan como antiguas y valiosas pero que en realidad son falsas y sin valor. Por desgracia, este fenómeno también ocurre en el mercado de coleccionismo de navajas, cuchillos y dagas españolas produciendo perdida de dinero y frustración a algunos coleccionistas poco informados.

Las navajas sevillanas son uno de los objetos antiguos españoles del siglo XIX más valorados por los coleccionistas de todo el mundo. Famosas por su gran tamaño, su cuidada elaboración, los bellos adornos con incrustaciones metálicas de plata o latón, las leyendas escritas en sus hojas y la fuerza de su acero convierten a las navajas fabricadas en Sevilla en unas piezas curiosas y de gran valor etnográfico.

La tradición taurina en España que desde el siglo XVIII hasta el XX ha evolucionado variando las suertes y los modos de torear o de dar muerte al toro sin duda ha debido de dejar como antigüedades recogidas y mantenidas entre familias de dedicación taurina y aficionados multitud de herramientas como puntillas, cachetes y puñales de torear.

Algunos puñales antiguos datados en el siglo XIX van decorados en la hoja con bonitos grabados de motivos vegetales y leyendas escritas que hacen referencia a la capital castellana del Tajo. RECUERDO DE TOLEDO o en otras ocasiones PUÑAL DE TOLEDO RECUERDO o RECUERDO TOLEDO son inscripciones que parecen indicar que estos puñales y cuchillos se fabricaron en Toledo con el objeto de ser vendidos a los turistas del siglo XIX.