1- Antiguas herramientas de filo usadas como cortaplumas

En los museos y colecciones de cuchillería antigua española de los siglos XVII al XIX es frecuente encontrar algunas piezas de cuchillos de pequeño tamaño, que por sus escasas dimensiones, y ante la falta de comparativa con herramientas similares que se usen en la actualidad han sido atribuidas a usos dispares. Debido a que frecuentemente aparecen erróneamente catalogados, tanto en museos como en publicaciones especializadas sobre cuchillería antigua, nosotros consideramos que es necesario hacer una precisión sobre los usos a los que fueron destinados estas pequeñas herramientas de corte, que la mayoría se usaron como cortaplumas de escritorio. Pero para poder catalogarlos con precisión científica nos vamos a basar en pruebas iconográficas de los retratos y grabados de la época así como en comparaciones con otras herramientas similares de épocas anteriores.

El término cortaplumas no deja lugar a equívocos, es una herramienta que se empleaba antiguamente para cortar las plumas de escribir. Los cortaplumas pueden ser de diferentes tamaños, los hay que son plegables en los que la hoja se bloquea una vez abierta, que popularmente se suelen denominar navajas. Aunque actualmente "cortaplumas" puede ser sinónimo de navaja de bolsillo, en su origen y como se desprende del nombre, los cortaplumas eran utilizados para adelgazar y "sacar punta" a las plumas de ave, preparándolas para usarlas como plumas para escribir y, más tarde, para repararlas o volver a sacarles punta.

Por lo tanto un cortaplumas es una herramienta imprescindible en un escritorio, ya que se usa varias veces antes de comenzar a escribir y durante el trabajo de escritura. Por est emotivo estas piezas fueron muy abundantes y además las había especializadas o multiusos y de diversos tamaños, para viaje, notarias, escolares etc.

2- Orígenes del cortaplumas albaceteño

La mayoría de los cortaplumas antiguos que se conservan en museos y colecciones corresponden a algunos de los tipos de cuchillería fabricada en Albacete, por lo tanto podemos asegurar que los cuchilleros de Albacete entre los siglos XVI al XIX se especializaron en la producción de cortaplumas, del mismo modo que lo hicieron en la fabricación de tijeras de escritorio y más tarde en navajas.

Los primeros instrumentos para cortar plumas de ave tenían forma de cuchillo y se utilizaban tanto para cortar las plumas como para raspar el soporte de escritura para hacer correcciones, ya fuera este soporte pergamino o papel. Es a lo largo del siglo XVIII cuando apareció la especialización en las cuchillas utilizadas para estas dos tareas diferentes de cortaplumas o de raspadores, aunque también aparecen herramientas de doble uso muy ingeniosas que permitían hacer los dos usos, incorporando una vaina afilada en el exterior y una hoja de cuchillo apuntada y con corte preciso que aparece al retirar la vaina. (imagen 1)

La evolución de las formas de los cortaplumas, y el cambió que se produce en el siglo XVIII en la cual aparecen herramientas especializadas como cortaplumas y otras como raspadores, ha producido una gran confusión en la mayoría de publicaciones y catálogos de los museos de cuchillería, hasta el punto de que aparecen catalogados cortaplumas de los siglos XVI y XVII pero ninguno de los siglos XVIII y XIX. Nosotros no podemos dar por valido que en España, y en concreto en Albacete, no se produjera ningún tipo de cortaplumas en estos dos siglos, precisamente cuando la cuchillería de Albacete es más productiva y especializada.

La explicación que nosotros hemos encontrado y podemos demostrar es que los auténticos cortaplumas albaceteños modernos y contemporáneos han sido catalogados inexplicablemente como, cuchillos de dama, puñales de honor, cuchillos miniatura, o juguetes.

Nos referimos a piezas de cuchillería que son denominados actualmente como cuchillos en miniatura, los cuales se atribuyen generalmente a su fabricación en Allbacete. Los usos erróneos que en ocasiones se les atribuye son los siguientes:

1- Cuchillos de juguete o para niños. Hay que descartar este usos ya que no hay ninguna prueba ni documentación de la época que lo atestigüe. La abundancia de piezas y lo cuidado de su elaboración hace que sean piezas totalmente prácticas y que fueron usadas, ya que presentan desgaste por uso.

2- Cuchillos para mujeres. En relación a la cuchillería antigua, no hay ninguna prueba objetiva para poder afirmar que un objeto de cuhillería usado por mujeres fuese diferente al usado por hombres. Tanto en objetos domésticos, como de escritorio, como de defensa hombres y mujeres podían perfectamente usar las mismas herramienta so armas sin distinción. Hasta ahora en ningún caso se ha podido probar que alguno de los tipos de cuchillos antiguos fuese destinado específicamente para mujeres o exclusivo para hombres. Si hay cuchillos de diferentes tamaños es por un motivo práctico del uso al que está destinado, no por una diferenciación por género entre hombres y mujeres.

Lo que si se fabricó abundantemente en Albacete son los útiles para bordar, Imagen 6) que son pequeñas piezas, algunos con forma de cuchillo miniatura y otros con forma de punzones u ojaleras, que por la función que desempeñaron en los trabajos de costura sí que fueron usados fundamentalmente por mujeres en el siglo XIX.

3- Piezas de maestría, de exhibición sin utilidad. En ocasiones se publica que estos cuchillos los realizaba un maestro artesano cuando quería demostrar su habilidad y maestría, pero que una vez terminada la pieza no tenía utilidad. De este modo los pequeños cuchillos antiguos se realizarían por entrenamiento o como parte de un examen de maestría pero sin utilidad práctica. Este destino también has y que descartarlo en el caso de los cortaplumas, ya que, como ya hemos expresado arriba las piezas de las que tratamos en este artículo fueron usadas y su diseño y tamaño era el adecuado al uso que se destinaron.

4- Cuchillos ocultos, o armas de defensa para portar escondida en la ropa. Este uso no se puede descartar por completo, ya que cualquier herramienta de corte en algún momento pudo usarse como arma oculta. Esto vale para unas tijeras, una pequeña navaja, un cortaplumas, un punzón o cualquier otra herramienta. Aunque pudieron usarse así, la mayoría no se fabricaron con ese fin si no como herramientas para uso cotidiano.

cortaplumas español siglo XVIII albacete

IMAGEN 1: Cuchillo albaceteño de los denominados de hoja secreta. La vaina es de acero y posee filo que pudo usarse como raspador, al retirar la vaina aparece un cuchillo de 14 centímetros de longitud cuya forma y tamaño encaja con los cortaplumas usados en el siglo XVIII. Ver pieza de Colección Navaja 19 >>

3- Los diferentes tipos de cortaplumas y raspadores antiguos

Una vez descartados estos usos, nosotros proponemos esta hipótesis:

La mayoría de los cuchillos miniatura de Albacete, fabricados en los siglos XVII al XIX fueron destinados al uso de Cortaplumas o de raspadores para escritorio.

Estas bellas herramientas con magos de discos de hueso y latón que tienen forma de cuchillo en miniatura son en realidad hermosos cortaplumas de escritorio. Todos estas piezas de la cuchillería albaceteña conforman una tipología propia, son piezas que fueron fabricadas en abundancia, con formas y tamaños diversos, pero por su forma y materiales encajan con la atribución de cortaplumas o raspadores para el uso en los escritorios.

En esta imagen se pueden ver dos piezas de nuestra colección, que tienen una longitud total menos de 8 cm. la pieza superior es del tipo cortaplumas, con forma de cuchillo en miniatura, con punta y un filo curvo, la otra tiene forma romboidal, con punta y filo por ambos lados, por su forma nosotros la catalogamos como un raspador.

Aunque son muy pocas las piezas antiguas que se conservan, hay una tipología de navajas o cuchillas de escritorio fabricadas en Albacete en el siglo XVI y XVII, que son los cortaplumas más antiguos. Su su uso y procedencia albaceteña está muy bien atestiguado gracias a que algunas llevan prescripciones con la palabra Albacete y la decoración es muy similar a las tijeras de escritorio albaceteñas.

Las piezas albaceteñas destinadas al uso de escritorio se pueden clasificar como: cortaplumas, raspadores y punzones, aunque algunas de ellas tenían varios de estos usos al mismo tiempo.

1- Cortaplumas. Pequeñas cuchillas para el uso en el escritorio. Servían para cortar el cañón de la pluma para permitir el paso de la tinta al escribir. (Imagen 1)

2- Raspadores - Se usaban en el escritorio, con la función de enmendar un error de escritura, raspando la tinta hasta que desaparecía del papel. Los mismos cortaplumas podían hacer esta función, pero también aparecen piezas con forma de hoja lanceolada que servían para este preciso fin.

3- Punzones o agujas. Algunas piezas miniatura se usaron en la escritura, y se hacían a juego con los raspadores y cortaplumas, otras pudieron usarse en la costura.

A continuación mostramos un cuadro evolutivo de la tipología de los cortaplumas albaceteños desde el siglo XVI al XX, elaborado a partir de la catalogación de estas herramientas que se conservan en la colección Navaja 19 – www.navaja19.es

cortaplumas de albacete

Imagen 2: Cuadro evolutivo de los cortaplumas fabricados en Albacete desde el siglo XVI al XX. Al final del siglo XIX y XX aparecen herramientas especializadas, procedentes de importación de Francia e Inglaterra por lo que en Albacete ya no se producen cortaplumas propiamente dichos pero si abundantes navajas de todos los tamaños. Los cuchillos miniatura albaceteños del siglo XX, tienen la punta y el filo apropiados para este uso aunque se desconoce si este era su destino ya que la escritura con pluma natural ya no era muy frecuente.

Cuando se desarrolló la escritura manual con pluma de ave, se hacía necesario el uso de una herramienta de corte para dar forma a la punta d ela pluma antes de comenzar a escribir. Si bien puede usarse cualquier tipo de cuchillo o navaja para ese fin, cuando en la España del siglo XVI, los documentos escritos en notarias, juzgados, la iglesia y la administración se hicieron muy abundantes, los artesanos albaceteños crearon unas herramientas especializadas par este fin. En el siglo XVI el tipo de cortaplumas más abundante era el que aparece en esta imagen (Imagen 3).

Tenían la forma de cuchilla de acero de forja con punta triangular y un solo filo recto. El mango podía ser fijo, también de acero, o móvil , a modo de navaja, con un fiel que permitía girar la hoja y guardar el filo dentro del mango, el cual también era de acero o bien de bronce. Estos cortaplumas de mago giratorio son consideradas las primeras navajas españolas, y de hecho la palabra cortaplumas es la que se sigue usando en Latinoamérica para designar a las navajas. (1)

cortaplumas albacete siglo XVI

Imagen 3: Cortaplumas / navaja. Detalle del cuadro de Zurbarán que representa a un monje en el escritorio pintado en 1639 (Museo del Monasterio de Guadalupe en Cáceres.

Estos primeros cortaplumas, resistentes y pesados evolucionaron hacia tipos más pequeños y ligeros, por lo que desaparecieron con esa forma antigua de hoja de punta triangular. En los siglos XVIII y XIX, no hay ninguna pieza de esa tipologia fabricada en España. Pero aunque ese tipo de piezas no se fabricaron más, podemos suponer que algún tipo de cortaplumas se fabricó y se uso con ese fin específico ya que la escritura manual con plumas fue frecuente hasta comienzos del siglo XX.

Entonces, ¿como era la forma y tamaño de los cortaplumas en el siglo XVIII ? para responder a esta pregunta también podemos recurrir a algunos retratos de escribanos de esa época para ver que eran precisamente cuchillos en miniatura, del tipo de los conocidos cuchillos pequeños con mangos de hueso o tabas y discos de latón de Albacete, podemos verlo en esta imagen (Imagen 4)

cortaplumas albacete cuchillo siglo XVIII

IMAGEN 4: Retrato de Fray José de San Benito, publicado hacia 1731, Grabado de Matías Antonio IRALA YUSO [1680-1753]. Podemos ver un cuchillo pequeño similar a los cortaplumas albaceteños del siglo XVIII.

CORTAPLUMAS ALBACETE

IMAGEN 5: Los cortaplumas del siglo XVIII tienen la forma de un pequeño cuchillo que varía de tamaño desde los 6 cm hasta los 14 cm

Al parecer, los cortaplumas antiguos eran de doble uso, unas veces se usaban para cortar la pluma, para lo cual era preciso tener también punta, y otras veces se usaban como raspadores, para raspar la tinta cuando se cometía un error y así borrar lo escrito, para lo cual era preciso usar el filo. Pero para mejorar el uso práctico y quizás para no dañar el filo muy necesario en el corte y no tanto en el raspado, a partir del XVIII se usan herramientas diferentes en cada caso, una para cortar, el cortaplumas propiamente dicho y otra para raspar el papel o pergamino. Con esto no puede descartarse que un cortaplumas pudiese también raspar, y también al contrario, algunos raspadores poseen filo y punta, por lo que pueden efectivamente usarse para cortar la plumas.

La variedad de tamaños y formas de los cortaplumas mas modernos fabricados en Albacete pudo ser muy grande, ya que seguramente no se usaba un solo tipo, cada escribano, o en cada ocasión y época se pudieron usar diferentes tipos y tamaños. Posiblemente algunos cuchillos y navajas de tamaño medio de hasta 15 o 20 cm, también pudieron ser destinados al uso de cortaplumas, aunque tuvieran una función principal diferente.

Como ejemplo de un tipo de cuchillo albaceteño de tamaño medio, que mide 14,5 cm de longitud vamos a proponer aquí este modelo de cuchillo de hoja secreta albaceteño, cuyas características en nuestra opinión también es la de un cortaplumas de escritorio. (imagen 1)

Otros cortaplumas albaceteños del finales del siglo XVIII son pequeños cuchillos en miniatura que reproducen completamente la forma de un cuchillo albaceteño de la época, e incluso se decoran con filigranas punteadas en la hoja. Los mangos suelen ser de prismas o discos de hueso separados por molduras de latón también con forma de discos.

Algunos cortaplumas de origen francés del XIX son navajas miniatura con cachas en forma de perro. De este tipo de cortaplumas al estilo francés eran algunas piezas con punzón de VALERO JUN que se vendían en España pero eran fabricadas en Thiers (imagen 3).

El coleccionista francés Henry-Rene D'Allemagne (2) recopiló una amplia colección de piezas de cuchillería tijeras y utensilios de escritorio francesas y españolas de los siglos XVIII y XIX. Las mejores piezas de su colección y de otros coleccionistas franceses de finales del siglo XIX y comienzo del XX las publicó en su libro de 1928: Les Accessoires Du Costume et Du Mobilier. Esta interesante obra con abundantes láminas de fotografías de piezas nos describe el uso de las piezas que se denominan en francés canif (navajita o cortaplumas que en la edad media se denominó canivet) y grattoir (raspador). en la lámina 134 de su obra muestra una colección de cuchillos españoles que el fecha todos en el siglo XVIII donde aparecen estas miniaturas de cortaplumas y raspadores pero con las formas que el siglo XVIII se producían en España (Imagen 7)

Cuchillos miniatura albacete siglo XIX

Imagen 6: Útiles para bordar  ( longitud 7,8 cm y 6,4 cm) - Colección Navaja 19

cortaplumas navaja perro valero junImagen 7: cuchillería de escritorio de producción francesa siglo XIX. Es interesante la navaja con forma de perro destinada a cortaplumas de escritorio similar a algunas que vendió Valero JUN en Zaragoza.

miniatura-franc.jpg

Imagen 8: Cuchillos españoles junto a Cortaplumas y útiles de bordar del siglo XVIII. La lámina ilustra los famosos trabajos de calados y perforaciones en las hojas y mangos de hueso o cuerno incrustados, que llevan todas las piezas y que el autor fecha en el siglo XVIII y lo considera como trabajo típico de la cuchillería española de ese siglo. publicado en Francia en 1928 por Henry-Rene D'Allemagne; Les Accessoires Du Costume et Du Mobilier.

4 – Conclusión, Los cortaplumas de Albacete, fabricados como miniaturas de cuchillos o puñales.

Una vez que hemos analizado la diversidad de tipos de cortaplumas y raspadores albaceteños vamos a concluir reafirmando la hipótesis de que Albacete fue un gran centro productor de este tipo de herramientas en los siglos XVIII y XIX. Aunque se fabricaron efectivamente con la forma de pequeños cuchillos y algunos parecen puñales en miniatura, su uso principal fue el de cortaplumas, punzones y raspadores de escritorio.

Los Cortaplumas, raspadores y punzones albaceteños más abundantes llevan mango de discos de hueso y latón, En algunos las piezas de hueso son alargadas y se conocen como tabas. (Imagen 2) La cronología de estas piezas comienza en el siglo XVIII y perdura a lo largo del XIX, son equipos de escritorio, y no llevan fundas pues se guardaban en una caja o estuche.

En el siglo XX este tipo de cortaplumas en forma de cuchillo ya no se produce ya que se importaron juegos de escritorio con cuchillas especializadas para este fin, y la cuchillería de Albacete se centró en la fabricación de cuchillos de caza y navajas. Pero no podemos descartar que algunas pequeñas navajas albaceteñas se destinaran también al uso de cortaplumas, e incluso algunos cuchillos miniatura como los fabricados por Álvaro García o Pochaque en Albacete también pudieron tener este uso.



Notas:

(1) SANCHEZ FERRER, J. (2001)  Introducción al estudio de los cuchillos cortaplumas de Albacete, Albacete, Museo Municipal de la Cuchillería de Albacete (pag. 2)


(2) D'EALLEMAGNE H. (1928). Les Accessoires Du Costume et Du Mobilier. Edité par Schemit Librairie, Paris.

BIBLIOGRAFÍA

** Esta es la bibliografía básica en la cual se pueden ver descripciones e imágenes de piezas de cortaplumas y raspadores albaceteños, pero como ya hemos expuesto en este artículo, advertimos que están en su gran mayoría mal catalogadas, aparecen como cuchillos o puñales en lugar de cortaplumas o raspadores.

  • MARTÍNEZ DEL PERAL, FORTÓN, R. (1995) La Navaja Española Antigua.
  • SANCHEZ FERRER, J. (2001)  Introducción al estudio de la cuchillería Artística de Albacete, Albacete, IEA "Don Muean MAnuel"
  • RUIZ, José B. (2020) CUCHILLOS Y NAVAJAS ANTIGUOS. GUÍA DEL COLECCIONISTA. Fine Art Editions
  • VV.AA. (2009) CUCHILLOS DE ALBACETE. TESOROS DE TRES SIGLOS.  Ed. MUSEO MUNICIPAL DE LA CUCHILLERIA 

Noviembre 2020

Autor: Guillermo Gómez Modamio. Publicado en 10/11/2020

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